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martes, 8 de febrero de 2011

Día Mundial contra el Cáncer 2011

Día Mundial contra el Cáncer
4 de febrero de 2011
“El cáncer se puede prevenir“

 Día Mundial contra el Cáncer. Cada 4 de febrero, la OMS apoya a la Unión Internacional contra el Cáncer y promueve medios para aliviar la carga mundial de la enfermedad. La prevención del cáncer y el aumento de la calidad de vida de los enfermos son temas recurrentes.
“El cáncer se puede prevenir“, es el lema con el que se conmemora este año el Día Mundial Contra el Cáncer. Bajo esta consigna la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) hace un llamamiento internacional, dirigido tanto a personas como a organizaciones, a suscribir la Declaración Mundial que establece alcanzar 11 objetivos para el año 2020, uno de los cuales es disminuir la incidencia de los principales factores de riesgo de la afección: el tabaquismo (1,8 millones de muertes cada año), la obesidad (274.000 decesos anuales) y el alcoholismo (351.000 fallecimientos en el propio lapso). Otros de los propósitos son: mejorar los programas de vacunación contra la hepatitis B (causante del cáncer de hígado) y el Virus del Papiloma Humano (causante del cáncer de cuello uterino).
Qué es el cáncer?
El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.
Cuáles son los factores de riesgo?
La aparición de cáncer se ha asociado a varios factores de riesgo comunes, a saber: un modo de vida poco sano (consumo de tabaco y alcohol, dieta inadecuada, falta de actividad física) y exposición a carcinógenos (por ejemplo amianto) en el entorno laboral o en el medio ambiente (por ejemplo por contaminación del aire en locales cerrados), radiación (por ejemplo ultravioleta o ionizante) y algunas infecciones (por ejemplo hepatitis B o infección por virus del papiloma humano).
Los principales factores evitables de riesgo de cáncer son los siguientes:
    * Consumo de tabaco: causa 1,8 millones de defunciones anuales por cáncer (el 60% de éstas se registran en países de ingresos bajos y medianos);
    * Exceso de peso, obesidad o inactividad física: en conjunto causan 274.000 defunciones anuales por cáncer;
    * Consumo nocivo de alcohol: causa 351.000 defunciones anuales por cáncer;
    * Infección por virus del papiloma humano trasmitido por vía sexual: causa 235.000 defunciones anuales por cáncer;
    * Agentes carcinógenos en el entorno laboral: causan al menos 152.000 defunciones por cáncer.
Cifras.
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. Cada año, más de 12,7 millones de personas reciben un diagnóstico de cáncer y 7,6 millones de personas mueren a causa de la enfermedad. La OMS calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas morirán de cáncer entre 2005 y 2015. Se prevé que, a nivel mundial, la mortalidad por cáncer aumentará un 45% entre 2007 y 2030 (pasará de 7,9 millones a 11,5 millones de defunciones), debido en parte al crecimiento demográfico y al envejecimiento de la población. En las estimaciones se han tenido en cuenta las ligeras reducciones previstas de la mortalidad por algunos tipos de cáncer en países con grandes recursos. Se estima que durante el mismo periodo el número de casos nuevos de cáncer aumentará de 11,3 millones en 2007 a 15,5 millones en 2030.
En la mayor parte de los países desarrollados el cáncer es la segunda causa principal de mortalidad después de las enfermedades cardiovasculares, y los datos epidemiológicos muestran el comienzo de esta tendencia en el mundo menos desarrollado, en particular en los países «en transición» y países de ingresos medianos, por ejemplo en América del Sur y Asia. Más de la mitad de los casos de cáncer se registran ya en países en desarrollo.
El cáncer de pulmón mata a un mayor número de gente que cualquier otro tipo de cáncer, y se prevé un aumento de esta tendencia hasta 2030 a menos que se intensifiquen mucho las actividades de control mundial del tabaquismo. Algunos tipos de cáncer, como los de próstata, mama y colon, son más frecuentes en los países desarrollados. Otros tipos de cáncer, como los de hígado, estómago y cuello uterino, son más frecuentes en los países en desarrollo.
Al igual que en gran parte del mundo, el cáncer constituye la segunda causa de muerte en Venezuela después de las enfermedades cardiovasculares. De acuerdo a estadísticas oficiales, las cuales datan del año 2007, los fallecimientos representan 15.2%, lo que significa aproximadamente 19 mil 200 personas que dejan de existir anualmente por esta patología. De acuerdo con la información suministrada por Fela Gómez, coordinadora de Investigación de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), se pueden diagnosticar unos 34 mil casos por año, y dentro de las tres primeras causas de fallecimientos se encuentran los tumores malignos de los órganos digestivos, los cuales han cobrado más de cinco mil 419 vidas.
Le siguen las muertes a causa del cáncer de vías respiratorias como el pulmón, como consecuencia del consumo de cigarrillo, con tres mil 405 casos; y el de los órganos reproductores femeninos que, según el anuario de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud, alcanzó 2 mil 144 casos para 2007.  En el caso del cáncer de vías digestivas que puede afectar la boca, faringe, esófago, estómago hasta el recto, resalta en primer lugar el gástrico y colorrectal, motivo por el cual la representante de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela dice que esta institución centra parte de sus esfuerzos en la prevención de estos tipos de neoplasias.
En cuanto a géneros, la enfermedad ha cobrado más víctimas en hombres (9.884 casos) que en mujeres (9.370), aunque la diferencia no es muy significativa, razón por la cual se recomienda a ambos estar atentos a las medidas de prevención.
Según el anuario del MPPS, el cáncer colorrectal (cólon-recto-ano) afectó para el año 2007 a mil 338 personas, de las cuales 648 fueron hombres y 690 mujeres; y el de estómago registró mil 951 casos, mil 219 en hombres y 732 en féminas.
El de cuello uterino que es el que más realza dentro de la categoría de cáncer de órganos reproductores femeninos, produjo la muerte a 1.215 mujeres; mientras que el de mamas alcanzó mil 483, de los cuales 18 corresponden a hombres.
El cáncer de próstata victimizó 1.873 personas del sexo masculino. El cáncer del piel alcanzó en ese mismo año 367 casos y el de bronquios, tráquea y pulmón, dos mil 958.
No obstante, la buena noticia es que este mal puede prevenirse adoptando hábitos sanos de vida, o en su defecto, curarse si se diagnostica a tiempo. La coordinadora de investigación de la SAV, afirma que aproximadamente 60% de los casos pudieran ser curables si se atienden a tiempo, razón por la cual invita a todas las organizaciones y personas que combaten esta enfermedad a hacer eco de esta información.

domingo, 6 de febrero de 2011

30 de Enero de 2011, Día Mundial de la lucha contra la Lepra

Día Mundial de la lucha contra la Lepra
30 de Enero de 2011
"Tu ayuda es su futuro. Para que la lepra no marque sus vidas"
El domingo 30 de enero se celebró el Día Mundial de la Lepra número 52. La conmemoración pretende "recordar que la lepra es una enfermedad que continúa vigente hoy en día y es motivo de marginación en muchos países”. Además, en diciembre de este año finaliza el plazo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conseguir que esta enfermedad deje de ser un problema de salud pública (menos de un caso por cada 10.000 habitantes) en los países afectados. No obstante, conseguir ese objetivo se presenta improbable. De hecho, el Congreso Mundial de la Asociación Internacional de la Lepra celebrado en Salvador de Bahía (Brasil) en 2002, concluyó que los datos disponibles evidencian que la lepra continuará siendo un problema durante muchos años.
Precisamente, este año 2011 supone un importante hito en la continua lucha contra esta dolencia por la puesta en marcha de la Nueva Estrategia Global de la Organización Mundial de la Salud para reducir la lepra en el mundo (2011-2015). Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la lepra sigue activa en más de cien países, fundamentalmente del Tercer Mundo. En este sentido, el 2011 será un año clave en la lucha contra los estigmas de la lepra por dos motivos. Por un lado, porque la Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado una serie de principios y directrices para eliminar la discriminación contra los afectados y sus familias y, por otro, porque se va a poner en marcha la Nueva Estrategia Global de la OMS para la reducción del peso de la lepra en el mundo (2011-2015).
Esta estrategia se centra en la reducción de la tasa se nuevos casos detectados con discapacidad de grado 2, es decir, visible, en, al menos, un 35 por ciento a finales de 2015. En total, se estima que en el mundo unos tres millones de personas viven con discapacidades causadas por esta enfermedad.
Por otro lado, existe el riesgo para los pacientes que aún no han sido tratados de que en los países donde la lepra está presente y logren la meta nacional, sus gobiernos reduzcan los recursos para su eliminación. Muchos casos de lepra se concentran en áreas concretas donde la incidencia de la enfermedad es alta, pero no lo suficiente para que se refleje en la media de todo el país. En el supuesto de que los países cumplan el objetivo, la enfermedad seguiría siendo endémica en áreas focalizadas dentro de sus fronteras.

"Tu ayuda es su futuro. Para que la lepra no marque sus vidas".

En la actualidad el último domingo del mes de enero se ha convertido en un día especial en el que se recuerda la fuerte presencia de la lepra en diferentes zonas del mundo, principalmente empobrecidas. El Día Mundial de la lepra ha obtenido cada vez una mayor respuesta, y ha contado con una mayor implicación de la sociedad y de los medios de comunicación. A pesar de que desde el año 1982 existe un tratamiento de cura para la lepra, aún sigue habiendo obstáculos para hacerlo llegar a tiempo a los afectados. De tal forma, que no siempre se consigue evitar las discapacidades. Esto, unido a las numerosas personas que se les diagnosticó la enfermedad antes de que existiera un tratamiento, se traduce en más de dos millones de discapacitados en todo el mundo.

Sunil Deepak, de la Federación Internacional Contra la Lepra (ILEP) dice que  la lucha contra la enfermedad necesita el desarrollo de nuevas herramientas para el control de la infección, además de la poli-quimioterapia. Esta nueva vía de trabajo puede requerir el respaldo de actividades de rehabilitación socioeconómicas y el desarrollo comunitario, en un espíritu de colaboración con las personas afectadas por la lepra. Pero esta lucha progresa poco a poco, y desde 1991 se ha logrado la curación de más de 10 millones de personas y la eliminación de la infección en más de 98 países.
Lo que se persigue es la integración física y social de las personas que padecen la enfermedad, un reto muy difícil si se tiene en cuenta que  hay enfermos que han recibido el tratamiento cuando la lepra estaba muy avanzada con amputaciones y deformaciones irreversibles en sus extremidades o el rostro. Son, en términos médicos, ex-enfermos de lepra, pero si hablamos en términos sociales son todavía leprosos. Este rechazo social impide que muchas de ellos reciban el tratamiento, porque no se atreven a acercarse a los centros de salud. En este sentido, el 2011 es un año clave en la lucha contra los estigmas de la lepra por dos motivos. Por un lado, porque la Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado una serie de principios y directrices para eliminar la discriminación contra los afectados y sus familias y, por otro, porque se va a poner en marcha la Nueva Estrategia Global de la OMS para la reducción del peso de la lepra en el mundo (2011-2015). En razón de lo anterior este año la jornada se celebró bajo el lema "Tu ayuda es su futuro. Para que la lepra no marque sus vidas".
 Algo de Historia sobre el Día Mundial de la lepra.
Desde el año 1954, el último domingo de enero, se celebra en diferentes países del mundo el Día Mundial de la Lepra. Esta jornada tiene como objeto denunciar la preocupante presencia que esta enfermedad milenaria tiene aún en países de Asia, América Latina y África, y la sensibilización de la sociedad sobre este tema. El primer paso para el nacimiento del Día Mundial de la Lepra fue la visita que el periodista francés Raoul Follereau (Nevers 1903-París 1977) realizó a una leprosería en Costa de Marfil por motivos de trabajo. Después de esta visita y tras movilizaciones y manifestaciones promovidas por el mencionado periodista en favor de los enfermos de lepra, el 31 de enero de 1954 se celebraría oficialmente el primer Día Mundial de la lepra, una jornada en la que se pretendía "una movilización universal de espíritus y corazones en favor de los leprosos", como aseguraba su promotor Raoul Follereau.
Simbólicamente este gran hombre propuso organizar el Día Mundial de la Lepra el tercer domingo de enero tras la Epifanía, cuando en el Evangelio relata la cura de los enfermos de lepra. Su objetivo principal era sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de esta enfermedad y para ello lo más importante era alejar la imagen negativa que se tenía de los afectados. Propuso la celebración de una jornada alegre, en la que el espectáculo y el reencuentro fueran protagonistas.
Los Números.
La lepra es una enfermedad milenaria. Por continentes, Asia es el que registra una incidencia más elevada. Las cifras en América Latina no son mucho más halagüeñas: Brasil, el segundo país del mundo más afectado por esta patología, cuenta con el 80 por ciento de los casos del continente sudamericano. A partir de los dos focos originales de la lepra: la India y Egipto, la enfermedad se difundió por todo el mundo y siguió su curso como una pandemia. Entre los siglos XIX y XX se presentó una pandemia y la prevalencia de la lepra en el mundo era bastante elevada. Ejemplo: en 1991 el número total de enfermos era de 55 millones; en 1994 2,3 millones y en 1998 habían 780.351. Cada año aparecen 700.000 nuevos casos; 120.000 de ellos son niños. De los 122 países en los que en 1985 la epidemia era endémica, 108 han logrado que deje de ser un problema de salud pública prioritario. Los países más afectados son la India con un 78 por ciento de los casos nuevos, Brasil, Nepal, Madagascar, Mozambique y Myanmar.
De ahí que la Lepra, lejos de estar erradicada, continúa siendo un importante problema de salud pública. Prueba de ello son los datos según los cuales en 2009 se notificaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 244.796 nuevos casos de lepra, lo que supone una mínima reducción de un 1,7 por ciento con respecto a 2008. La India encabeza el ranking de afectados con 133.717 nuevos casos, es decir, un 54,6 por ciento del total. Le siguen Brasil, con 37.610, e Indonesia, con 17.260. En total, 141 países de todo el mundo, la mayoría africanos, notificaron a la OMS nuevos casos de lepra, aunque la cifra de afectados podría ser aún mayor, teniendo en cuenta que países como Zambia o Zimbawe, donde se sospecha que hay miles de enfermos, no aportan datos sobre la incidencia de esta enfermedad en su territorio. Aunque estos resultados son buenos, porque reflejan una menor incidencia que en años anteriores, todavía queda mucho por hacer con respecto a la lepra. En total, se estima que en el mundo unos tres millones de personas viven con discapacidades causadas por esta enfermedad.
De acuerdo al Instituto de Biomedicina, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud, en 1997 Venezuela alcanzó el criterio de eliminación de lepra como problema de salud pública (tasas inferiores a 1 caso por 10.000 hab.), entre otras cosas gracias a los avances tecnológicos y científicos  en los que ha participado el médico venezolano Jacinto Convit. Sin embargo, aún existen regiones del país donde las tasas de la enfermedad siguen siendo elevadas. Para 1990 surgieron 424 nuevos casos y para el 2009 se registraron 567 casos pero con una diferencia poblacional de 9 millones 58 mil 910 habitantes. Por lo tanto, su tasa de detección ha disminuido de 0,22 a 0,20 casos.
Hay que señalar que el tratamiento de la Lepra en Venezuela es es donado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y oportunamente distribuido y garantizado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS).


Biografía del Dr. Jacinto Convit*
Jacinto Convit nació el 11 de septiembre de 1913 en la Parroquia de La Pastora de la ciudad de Caracas. Es hijo de Francisco Convit y Flora García de Convit. Es el segundo de cinco hermanos. Cursó sus estudios de Educación Primaria en el Colegio San Pablo y Educación Secundaria en el Liceo Andrés Bello. En la Universidad Central de Venezuela egresa en octubre de 1938 con el título de Doctor en Ciencias Médicas, a los 25 años de edad. Se une en matrimonio con Rafaela Marotta D’Onofrio y es padre de cuatro hijos varones: Francisco, Oscar, Antonio y Rafael.
Convit y la Salud Pública.
Jacinto Convit se dedicó al estudio de la lepra desde 1937, estimulado por los doctores Martín Vegas y Carlos Gil Yépez. Desde que se graduó de médico comenzó a trabajar como residente en La Leprosería de Cabo Blanco, donde se dedica al estudio de los aspectos clínicos y de laboratorio de la lepra. Fue director de esa institución desde 1943. Jacinto Convit debe su excelente formación dermatológica a dos grandes maestros: Martín Vegas y José Sánchez Covisa. Es enviado al estado de Sao Paulo (Brasil) por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) en 1945, para conocer los servicios antileprosos de ese país y, al regresar, es designado Director de las leproserías nacionales, cargo que ocupa hasta 1946. Fue el primer director de la División de lepra del MSAS desde su fundación, el 1 de julio de 1946, y desde este cargo dio un vertiginoso impulso a la lucha antileprosa en Venezuela, a través de la creación de 20 servicios antileprosos y 171 dispensarios. El 1 de enero de 1962 se crea la División de Dermatología Sanitaria, para ampliar las fronteras de la División de Lepra, designación esta última que desaparece. Convit cambia la orientación de la lucha antileprosa, al evitar el aislamiento compulsorio de los enfermos e implementó el tratamiento ambulatorio y el control y protección de sus contactos. En 1942, junto a José Sánchez Covisa, Martín Vegas, Juan di Prisco y otros eminentes dermatólogos, funda la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venerología. Fue su primer presidente (1942-1944). Durante los años 1944 y 1945 viaja a los Estados Unidos para estudiar en la Unidad de Cáncer y Piel de la Universidad de Columbia y en la Universidad Western Reserve (Cleveland, Ohio). En 1944 Convit se incorpora como dermatólogo del Hospital Vargas de Caracas y en 1958 llega a ser Jefe del Servicio de Dermatología.
Convit y la Docencia. En 1940 inicia su carrera docente, colaborando con la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV, enseñando a los estudiantes de Medicina los aspectos clínicos y de laboratorio de la lepra en la Leprosería de Cabo Blanco.
En 1945 ingresa a la Cátedra de Dermatología como instructor y Director del Laboratorio de dicha Cátedra. En 1950 es nombrado jefe de Clínica Dermatología del Hospital Vargas y en 1958 Convit se encarga de la coordinación de todas las actividades dermatológicas: asistenciales, docentes y de investigación.
En 1967 es creada, bajo su dirección, la Cátedra de Clínica Dermatólogica en la Escuela de Medicina José María Vargas. En 1964 inició el primer curso de Postgrado de Clínica Dermatológica y en 1965 el curso de postgrado de Microbiología Médica. Ambos postgrados han permitido la formación de excelentes especialistas.
Convit, la investigación y el Instituto de Bio-Medicina.
En 1972 Convit ve cristalizar la creación del Instituto Nacional de Dermatología. Allí se fusionan coherentemente las actividades del Departamento Sanitario, la Cátedra de Clínica Dermatológica y el Servicio de Dermatología del Hospital Vargas. Este instituto es un centro de intensa actividad científica y cuenta con 20 secciones. En 1976 es Centro Internacional de la OMS/OPS.
En 1984 el Instituto Nacional de Dermatología cambia su nombre por el de Instituto de Bio-Medicina, ya que sus actividades traspasan las fronteras de la dermatología. Es considerado el primer centro del país en producción científica en el área bio-médica. Este Instituto es el reflejo de la personalidad creadora de Convit. Allí laboran más de cuarenta investigadores de diversas profesiones: médicos, químicos, biólogos, bioanalistas, veterinarios y otros. Jacinto Convit ha hecho aportes de gran relevancia, no sólo en lepra sino en otras patologías como la leishmaniasis visceral y cutáneas, la oncocercosis y las micosis humanas. Sus estudios abarcan los aspectos clínicos epidemiológicos, terapéuticos y de control de estas enfermedades. Convit ha publicado más de doscientos treinta trabajos de investigación en revistas nacionales e internacionales.
Convit y la Vacuna.
Una de las contribuciones de Convit que le ha dado más relieve internacional es el desarrollo de un modelo de vacunación contra la lepra. Demuestra por primera vez que una mezcla de Mycobacterium leprae con BCG producía una lisis total del agente de la lepra cuando era inyectado en pacientes lepromatosos. En los últimos años Convit y su grupo de colaboradores ha centrado su interés en el uso en gran escala de la vacuna desarrollada, no sólo para la inmunoterapia de los enfermos lepromatosos y Borderline, sino para la inmunoprofilaxis de los contactos con pacientes lepromatosos. Sus resultados de las experiencias con la vacuna han sido presentados en más de veinte trabajos. Con igual orientación metodológica ha desarrollado la lucha contra la leishmaniasis.
Convit y su proyección mundial.
Es amplia la carrera y proyección de la obra de Convit a nivel internacional. El instituto de Bio-Medicina recibe becarios enviados por la OMS/OPS provenientes de América, África y Asia. En 1971 Convit es nombrado por la OMS Director del Centro Cooperativo para el estudio Histológico y Clasificación de la Lepra, dirección que continúa desempeñando. En 1968 es nombrado Presidente de la Asociación Internacional de la Lepra (ILA) y reelecto en 1973. En 1968 fue designado Presidente de la International Journal of Leprosy Corporation. En 1976 fue electo Director del Centro Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales.
Convit ha recibido múltiples homenajes por parte de estudiantes de educación media, quienes lo han designado padrino de sus promociones. También varias promociones de médicos egresados de diferentes universidades nacionales llevan su nombre. Ha recibido el Premio "Ciencia y Tecnología 1990", otorgado por la República de México, el Premio Español "Príncipe de Asturias", el Premio "José Gregorio Hernández" de la Academia Nacional de Medicina y el "Abraham Horwitz" de la Organización Panamericana de la Salud, así como varios títulos Honoris Causa, tanto de academias nacionales como internacionales. La Sociedad Venezolana de Microbiología le concede el Premio "Luis Daniel Beauperthuy" el día 6 de noviembre de 1972, por sus grandes aportes a la ciencia universal.
El 21 de febrero de 1991 recibe un merecido homenaje por parte del Congreso Nacional de Venezuela. Ha sido nominado para el Premio Nobel; pero más de una vez ha mencionado que su único sueño es ver la lepra erradicada de la faz de la tierra. La obra de Convit es producto de un equipo humano de gran talla intelectual. No se cansa de hacer esta aclaratoria. El supo reconocer desde su juventud que el éxito se logra con el trabajo en equipo. A Jacinto Convit, como dermatólogo, sanitarista, docente e investigador, le corresponde un sitial difícil de superar. Su obra es el producto de un gran esfuerzo y de una gran pasión por la verdad científica. Los que hemos sido sus discípulos vemos en él un ejemplo a imitar y un camino a recorrer. La Humanidad está en deuda con Jacinto Convit, infatigable trabajador, quien ha dedicado su vida al servicio de la Medicina humana.


Biografía del Dr. Gerhard Henrik Armauer Hansen (1841-1912)*
*José L. Fresquet. http://www.historiadelamedicina.org/hansen.html

Gerhard Henrik Armauer Hansen fue el octavo de quince hijos. Nació el 29 de julio de 1841. Su madre fue Elizabeth Concordia Schram que era miembro de una familia de carpinteros que se establecieron en Bergen. Su padre, Claus Hansen, fue un comerciante que tras la crisis de 1848-1851 quebró y se arruinó; desde entonces trabajó de cajero en un banco.
Hansen estudió medicina en la Universidad de Christiania (ahora Oslo) a la vez que realizaba varios trabajos para pagarse sus estudios. Obtuvo la graduación en 1866 y por entonces ya había demostrado talento para la investigación. Hizo sus prácticas en el Hospital Nacional en Christiania (Rikshospitalet) y después ejerció como médico asistente del Hospital Nacional de Oslo durante un año. A continuación desempeñó el cargo de oficial médico de una compañía de pesca.
Harto de la rutina Hansen regresó a su pueblo natal de Bergen en 1869, que se consideraba centro para la investigación de la lepra. En ese momento la enfermedad constituía todavía un problema social en Noruega, con unos 3.000 afectados. Pronto fue nombrado auxiliar del Lungegaarden Hospital, bajo la dirección de Daniel Cornelius Danielssen quien, con Carl Wilhelm Boeck, en 1847, había publicado el trabajo Om Spedalskhed (Sobre la lepra). Sus esfuerzos organizando el programa de asistencia de leprosos habían contribuido a establecer Bergen como el centro europeo por excelencia para la investigación de la enfermedad. Danielssen era considerado como una autoridad en los aspectos clínicos y patológicos de la lepra pero, como otros investigadores del tiempo, la consideró como hereditaria, una creencia que aún sostuvo después del descubrimiento que hizo Hansen.
Danielssen y Hansen viajaron a los sitios más remotos para atender a los leprosos y para recoger material para sus estudios. La enfermedad no era rara en la parte occidental de Noruega en el siglo XIX. Basándose en los estudios epidemiológicos Hansen concluyó que la lepra era una enfermedad específica que debía tener una causa específica y no hereditaria. Estaba convencido de que una bacteria llevaba la enfermedad de persona a persona; se trataba de una especulación atrevida en un momento en el que el concepto de contagio todavía no estaba claro y nadie había podido demostrar que una bacteria podía ser la causa de una enfermedad. Estas afirmaciones supusieron para Hansen problemas profesionales con su superior aunque no personales.
El número de nuevos casos de lepra fue disminuyendo gracias a la eficacia de las medidas que se tomaron contra el contagio. Las relaciones de Hansen con Danielssen mejoraron. Comenzó sus trabajos de investigación que abarcaban tanto los aspectos más experimentales como los epidemiológicos tanto de la lepra en sus formas visceral, neurológica y cutánea. En su primer trabajo, de 1869, publicado en noruego en 1871, Hansen describió la apariencia y alteraciones del tejido linfoide de los leprosos. Aquí Hansen aplica el término "infectionsstoff " (la “substancia infecciosa”). De todas formas no está claro del todo su significado. Por otro lado, la pobreza del equipamiento de su laboratorio no le permitía trabajar con comodidad y obtener buenas preparaciones.
En 1870 Hansen viajó a Bonn y después a Viena para formarse en histopatología. De vuelta a Noruega estudió con viejas técnicas de tinción y con el microscopio las muestras procedentes de biopsias de pacientes con la lepra. En 1871 se lanzó a buscar el agente causal. Decidió buscar bacterias en la sangre de enfermos de lepra. Al no hallarlos, los buscó en los nódulos superficiales. Vio en estos unos cuerpos dentro de las células que se parecían a bacterias; no estaban presentes en todas, pero sí en la mayoría. Al principio era incapaz de ver estos cuerpos en pacientes con lepra tuberculosa, pero después de estudios prolongados también los halló. Por otra parte, no observaba ninguna diferencia entre estos cuerpos y las verdaderas bacterias.
En 1873 describió estos cuerpos –conocidos también con el nombre de bacilo de Hansen- en un trabajo extenso de ochenta y ocho páginas. La mayoría de sus colegas se rieron. Según ellos ya habían visto esas estructuras, pero señalaron que no eran las causantes de la enfermedad. El texto se publicó también en versión reducida, en inglés. No obstante, parece que los términos que empleó no eran tajantes o podrían considerarse como muy “correctos”. Este excesivo cuidado parece que contribuyó al desarrollo del conflicto de prioridad que estallaría pronto entre él y el alemán Neisser.
Ese mismo año (el 7 de enero) Hansen se casó con la hija de Daielssen, Stéphanie Marie. Unos meses después enfermó de tuberculosis pulmonar y murió el 25 de octubre de ese mismo año, igual que lo hicieran con anterioridad sus tres hermanas afectadas también de tuberculosis.
En 1875 fue nombrado jefe del servicio de leprología. En agosto de ese año contrajo matrimonio con Johanne Margrethe Tidemand, con la que tuvo dos niños. El hijo llegó a ser médico especialista en tuberculosis. Hacia 1879 Hansen ya era capaz, mediante el uso de técnicas mejoradas, de mostrar los bacilos en gran número en las células. Creía firmemente que eran el agente etiológico de la lepra.
A comienzos de ese mismo año Hansen fue visitado por el bacteriólogo alemán Alberto Neisser, que contaba entonces con 24 años, y que había viajado a Noruega para estudiar la lepra. Neisser pudo examinar más de 100 pacientes en Trondheim, Molde y Bergen. De manos de Hansen recibió preparaciones histológicas de nódulos en los que no podían verse de forma clara los “cuerpos”.
De regreso a Alemania Neisser tiñó las preparaciones y encontró, en casi todos casos, "bacilli, como varas pequeñas, delgadas, cuya longitud venía a ser la mitad del diámetro de un hematíe y la anchura equivalía a una cuarta parte de la longitud". Neisser no dudó en publicar sus resultados sin comunicarlo primero a Hansen (Über die Aetiologie des Aussatzes, 1880). Al mismo tiempo Hansen, con la ayuda de nuevas técnicas, llegó a encontrar estos cuerpos como varas o barras diminutas.
En 1881 Neisser publicó el artículo 'Weitere Beiträge zur Aetiologie der Lepra' en la revista Virchows Archiv en el que se atribuía el honor de descubrir el microbio que causaba la enfermedad, a la vez que trató de desacreditar a Hansen. No hay duda de que Neisser pensó robar el descubrimiento de Hansen.
La reacción noruega al comportamiento de Neisser fue la indignación, particularmente porque el término “bacteria de Neisser” ya estaba utilizándose. Animado por sus colegas Hansen defendió su posición sin entrar en la polémica de forma directa. Reunió sus trabajos sobre el tema desarrollados desde los años setenta y los publicó en noruego, alemán, inglés y francés.
El conflicto duro mucho tiempo, y no fue hasta el congreso sobre la lepra que se celebró en Berlín que se reconoció oficialmente a Hansen como el verdadero descubridor del bacilo de la lepra. En las memorias que escribió treinta años después, señala que Danielssen estaba furioso con él porque no respondió de forma más agresiva al intento de Neisser de atribuirse el descubrimiento.
Como se ha señalado, Hansen no pudo cultivar in vitro el bacilo y provocar la enfermedad a conejos. Todavía hoy sigue siendo imposible. El tema lo tenía obsesionado hasta el punto que inoculó el germen procedente de una lesión cutánea en el ojo de una mujer que padecía la forma neurológica de la lepra. No hubo ninguna consecuencia clínica para la mujer, pero ésta aseguró que le afectó la vista y le causó dolor, por lo que procedió a denunciarle. El demandado reconoció que realizó la prueba sin informar a la paciente y sin pedirle permiso. Lo hizo porque había fallado en el intento de inocular a animales, de demostrar la naturaleza infecciosa de la enfermedad y porque no podía poner en cuarentena a los afectados para proteger a los sanos.
La corte lo encontró culpable (1880) y Hansen tuvo que pagar las costas y fue cesado de su cargo en el hospital, aunque conservó un puesto oficial para luchar contra la lepra en su país. Pudo desarrollar así sus planes teniendo en cuenta la etiología de la enfermedad. Se promulgaron leyes que permitían el cuidado de los leprosos lejos de sus familias. Hacia 1875 había en Noruega 1.752 casos conocidos de lepra; a principios del siglo XX la cifra había descendido a 577. Mucho tiempo después, en 1968, la doctora Eleanor Storrs del Gulf South Research Institute (GSRI) propuso el armadillo como modelo para estudiar la lepra, lo que resultó ser viable.
Hansen recibió muchos reconocimientos y premios por sus estudios sobre la lepra. Fue presidente de honor de la sección de dermatología y sífilis del Congreso Médico Internacional que se celebró en Copenhague en 1884. Fue presidente del International Leprosy Committee. En 1897 fue elegido presidente honorario de la Conférence Internationale de la Lèpre, que se celebró en Berlín; y fue presidente de la segunda, que tuvo lugar en Bergen en 1909. En 1900 se solicitaron contribuciones para esculpir un busto de Hansen, que se inauguró en una ceremonia solemne que tuvo lugar en 1901 en los jardines del Museo que hoy son de la Universidad. En 1892 él recibió la condecoración de la Orden de San Olav por sus contribuciones científicas
Hansen llegó a tener una vida social bastante intensa. Entre sus amigos figuran el compositor Edvard Grieg y su esposa Nina. Llegó a pagar de su bolsillo conferencias y fue gran amante del teatro. Se dice que su esposa se sentía abandonada porque su marido dedicaba todo su tiempo a la medicina, motivo por el que estuvo a punto de divorciarse para casarse con el afamado músico Iver Holter.
Aparte de sus trabajos sobre la lepra Hansen cultivó también la historia natural, especialmente la zoología. Dedicó mucho tiempo a estudiar especies de moluscos y gusanos. Fue nombrado director del Museo de Historia Natural de Bergen en 1847. También jugó un papel destacado en la difusión de las ideas de Darwin, que le habían atraído desde el principio. En 1886 publicó un libro sobre el tema en noruego. Dio también numerosas conferencias acerca de la teoría de la evolución y publicó varios artículos en la prensa popular, lo que le valió la enemistad del clero. Armauer Hansen fue un radical en su tiempo, un ateo con una actitud hostil hacia la iglesia.
Las personas de su círculo más íntimo describieron a Hansen como una persona amable, de buen corazón, poco ambicioso y enemigo de las formas superfluas.
En su autobiografía pueden hallarse atisbos de su personalidad. Predice que será en el siglo XX cuando se resuelva el enigma de la vida; duda que las religiones perduren en el futuro; y apoya las demandas y reivindicaciones de las clases obreras. Sin embargo, fue crítico con la emancipación de las mujeres y creyó que el hombre tenía una capacidad física y mental superior. Para él los acontecimientos científicos más importantes fueron los descubrimientos de Pasteur y la teoría de la evolución de Darwin.
Armauer Hansen padeció la sífilis, que contrajo cuando estudiaba y que se mantuvo en secreto hasta años después de muerte. Sufrió los primeros síntomas de afectación cardíaca en 1900. Estaba retirado del trabajo durante largos periodos de tiempo. Cuando se sentía bien reanudaba los viajes alrededor del país para realizar inspecciones oficiales. En 1912 un amigo lo invitó a estar en Floró, un pueblo de la costa occidental. Fue allí donde falleció el 12 de febrero. Se celebro el funeral oficial en el Museo de Historia Natural de Bergen. Existe un Instituto con el nombre de Armauer Hansen en Addis Ababa (Etiopía) establecido por los gobiernos sueco y noruego para el estudio de las mycobacterias.
Los trabajos de Hansen ayudaron a establecer los principios fundamentales de la inmunología, la bacteriología y también de la salud pública.